Educación y aprendizaje

La Educación es la formación práctica y metodológica que se le da a una persona en vías de desarrollo y crecimiento. Es un proceso mediante el cual al individuo se le suministran herramientas y conocimientos esenciales para ponerlos en práctica en la vida cotidiana.

Cuando pensamos en “EDUCAR” hablamos en general, de ayudar a las personas en su desarrollo para que crezcan sanos, cuenten con las herramientas físicas, mentales, sociales y espirituales para que se adapten a las condiciones de su medio ambiente y puedan en un momento determinado responder y afrontar de la mejor manera las demandas sociales del lugar, el tiempo y las circunstancias en las que les toca vivir. En este caso nos referimos a las personas que tienen diagnóstico de diabetes.

La educación es un proceso que inicia en el nacimiento de cada ser humano y los padres de familia o cuidadores primarios suelen ser los primeros responsables de este proceso hasta que los hijos lleguen a la madurez. Entre más pequeños, más necesesitaran de la cercanía, el afecto y el cuidado de los padres. Conforme van creciendo, se irán separando de ellos como lo dictan las leyes naturales de la vida. Los padres no construyen del todo la personalidad del niño pero deben cuidarlo, protegerlo y prepararlo física, mental y espiritualmente en un sentido profundo de amor. Educar es sinónimo de enriquecer, aprender y crecer.

Conforme los niños crecen, se van separando de los padres y van tomando sus propias decisiones, así cada uno de nosotros llegamos a hacernos cargo de nosotros mismos, es decir, somos responsables de nuestros aprendizajes y nuestro comportamiento en este camino a la autonomía y a la auto educación.

Para un adulto la educación depende de sí mismo. Es un proceso de enseñanza aprendizaje que nunca termina siempre y cuando haya apertura para recibir nuevos conocimientos y así poder hacer los cambios necesarios en la vida cotidiana. Aunque sabemos qué es lo bueno para nosotros, no siempre tomamos la decisión adecuada o conveniente para nuestra salud. Aprendemos como resultado de nuestras experiencias, de las vivencias, del razonamiento, de la observación y del estudio.

Cuando el diagnóstico es DIABETES, uno de los primeros retos es conocernos a nosotros mismos, conocer el padecimiento y tener la capacidad para hacer modificaciones en todas las áreas de nuestra vida.

Mi propio aprendizaje es el eslabón para lograr cambios en mí mismo, en mi familia y en mi entorno social. Nuestra casa es el principal ambiente que nos rodea. Es donde se aprenden las primeras reglas de convivencia; el compartir, el respeto, la comunicación, la comprensión y la forma en que afrontamos las dificultades.

PARA LLEGAR A LA AUTO-EDUCACIÓN NECESITAMOS:

OBSERVAR nuestro cuerpo, las sensaciones y reacciones ante esta condición que ahora sabemos que se llama Diabetes.

Tener la capacidad de RECONOCER nuestros pensamientos, los más frecuentes.

HACER CONTACTO con la emoción o el sentimiento en el momento preciso en el que aparece y relacionarlo con el estímulo o la situación que lo provoca.

OBSERVAR nuestro comportamiento.

DARNOS CUENTA de nuestra realidad de la manera más objetiva posible.

El reconocimiento y manejo de las emociones es fundamental ya que interfieren para pensar con claridad, resolver problemas, actuar de manera eficaz y lograr satisfacción. Las emociones negativas y positivas son parte de la riqueza de la vida, siempre y cuando se puedan reconocer.

Para hacer cambios, para fijarnos una meta, es mucho más fácil lograrlo cuando estamos motivados. La palabra “Motivación” del latín Motus y Motio significa movimiento. Desde el campo de la psicología, la motivación se basa en aquellas cosas que impulsan a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones y a mantener firme su conducta hasta cumplir sus objetivos.

LA MOTIVACIÓN ES EL MOTOR INTERNO

QUE CONECTA LA MENTE CON LA VOLUNTAD

Ante la diabetes, la mejor herramienta para afrontarla es la formación de hábitos, tener conocimiento sobre el padecimiento y estar motivado para poder hacer los cambios necesarios.

Los hábitos son rutinas constantes y repetitivas que se establecen a través del orden externo que ayuda en la estructura física y mental. Es en la familia y durante la infancia que se forman los hábitos saludables y los no deseables, pero siempre existe la posibilidad de que las personas hagan cambios favorables para su salud.

La falta de hábitos generan mucha frustración y las personas viven con la sensación de no tener la capacidad necesaria para alcanzar sus objetivos y los fracasos se vuelven recurrentes.

La disciplina se aprende, se construye todos los días a través de reglas claras y constantes, del trabajo, el orden, hábitos consistentes, responsabilidades en un marco de referencia bien delimitado y en un ambiente de respeto donde prevalezca la dignidad del ser humano.

La disciplina capacita a las personas para que dirijan su propia vida, se domine a si mismo y domine las circunstancias en que vive. La disciplina es la habilidad que tiene la persona para ser dueña de sí misma, de ser capaz de plantearse una meta y persistir hasta alcanzarla. La disciplina nos ayuda a tener el control de nuestros impulsos y emociones para dirigir conscientemente nuestra conducta respetando los derechos de los demás.

La educación es el camino para llegar a la autorregulación, es decir tomar con responsabilidad las mejores decisiones a favor de nuestra salud.

“La meta de la educación es lograr que la persona sea capaz de manejar su propia vida con libertad y responsabilidad, que pueda establecer sus propias metas, que sea autocrítico y desarrolle su voluntad de manera activa, que pueda interactuar socialmente de manera que enriquezca la visión de sí mismo, de los otros y del mundo en general y así lograr la realización de las aspiraciones individuales.”

Mario Montessori